Las cosas suceden por algo, por algún motivo que muchos desconocemos, pero que algún día, llegamos a entender.
Si, ultimamente están ocurriendo cosas desconcertantes, algunos ganan y otros pierden, pero eso es ley de vida. El que gana se siente bien, alegre. El que pierde en cambio, triste y desganado.
Pero el tiempo no se detiene, todo sigue su curso, todo, incluso cuando creemos que esa sensacion de malestar tardara siglos en desaparecer, desaparece, dando algo a cambio: fuerza.
Fuerza para enfrentarte a lo que haga falta y aprender a poner una barrera, a no dejar que te hagan mas daño y a enseñarte a caminar sola sin necesidad de nadie. En definitiva, ese malestar es sustituido por unas ganas de comerte el mundo a tu manera, cosa que el que gana y el que esta alegre, no experimenta. No consigue esa fuerza que otros logramos.
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